Episodio 100: De Regreso a la Calle

Saludos, mi gente.

Aquí estoy, muy contento de colocar el mensaje número 100 desde que inicié este blog en Blogger.com, algo que con toda honestidad, yo no pensé que sucedería… pero aquí estoy, gracias a Dios.

Al mismo tiempo, estoy tratando de no pensar en que mañana me reintegro a mis labores regulares, después de tres semanas y media de vacaciones que mucha falta me hacían. Pero no hay más remedio, excepto seguir cumpliendo con mi deber. Al menos no tengo de qué quejarme, porque pude hacer el viaje que quise hacer a la ciudad de Tampa, Florida… ¡antes que el huracán Katrina se asomara en el horizonte! Pero qué digo yo, en Florida están bastante «cura’os de ese espanto», ¿no?

Enigüei, la semana que termina nos dejó las palabras de un conocido tele-evangelista estadounidense… ¿he mencionado nombre yooooooooooooo?… que «sin querer decir lo que la gente cree que él dijo» abogó por que el gobierno estadounidense asesine al presidente de Venezuela. La verdad es que a mí me choca grandemente que una persona que se dice ser «cristiano», que dice ser «una nueva criatura en Jesucristo», abogue abiertamente por privar a un mandatario de otro país del mismo derecho a la vida que todos los seres humanos tenemos (le guste o no), porque sus acciones (incluido su amiguismo con el mandatario de Cuba) sean una amenaza al american way of life. (Y que conste, el mandatario venezolano en cuestión tampoco es santo de mi devoción, pero eso no me da derecho a abogar por que él sea «neutralizado», como lo pretende el predicador en cuestión. Digo, hay maneras de atender esas situaciones… ¡y hay maneras!)

Por supuesto, el concepto del american way of life que esboza ese predicador, no me parece que sea conducente a una plena realización de la sociedad occidental contemporánea, sobre todo con sus postulados de subyugación de la mujer al hombre (cuando la realidad es que hombres y mujeres son socios con iguales derechos y responsabilidades en esto que llamamos «la vida») y sus maquinaciones sobre las motivaciones de los homosexuales, lesbianas y sus similares en la búsqueda de su reconocimiento social (or so they say). (¿Se imaginan algo así como una de esas antiguas películas episódicas de «Buck Rogers», en las que el enemigo máximo en lugar del Emperador Ming sea un homosexual «salido del closet«? ¿Cómo será eso de batallar contra una «loca arrebatá'» y sus hordas y testaferros para salvar la santidad de la familia… o cualquier otro motivo para el que «la familia» sirva de escondite?)

(Y seguramente, las nuevas generaciones retratadas en las Mindset Lists del Beloit College—vea el mensaje anterior—se estarán preguntando, «‘Mano, ¿pero y quién c***jo es Buck Rogers?» Total, yo también me preguntaba lo mismo a finales de los 1960s…)

En fin, que cada pueblo tiene los líderes que se merece… ¡pero con alguien así yo no cruzaría el Río Jordán, ni aunque me ofrecieran un millón de dólares para eso! ¿Y él quiso ser alguna vez presidente de los Estados Unidos? ¡UUUUUUUUUYYYYYYYYYY!

Si alguien se cree ser algo cuando no es nada, a sí mismo se engaña.
(Gálatas, capítulo 6, verso 3)

Pero bueno, como dice la cantante Gisselle, «y después del vino… ¡a lo que vinimos!»

(¡NO! YO NO SÉ A QUÉ SE REFERÍA GISSELLE CON ESO, ¿OK? ADEMÁS, HACE ALGÚN TIEMPO QUE YO… ¡NO TOMO VINO! PERO POR SER MI MENSAJE NÚMERO 100, HARÉ UNA EXCEPCIÓN.)

¿QUÉ HAY DE NUEVO ESTA SEMANA? Un hombre se queda con LA DUDA tras un encuentro casual en la fila del supermercado… ¡y hace una sorprendente revelación! (Cualquier parecido con un avance que yo escribí en junio pasado… ¡no es mi problema!)… Una prueba sencilla para determinar cuándo debe recluirse a un paciente mental… Colocan a un anciano árabe americano en una égida judía… Tremendo artificio para vender cepillos dentales… Una mujer llega tarde a su casa y trata de evitar despertar a su esposo… MIENTRAS QUE… Otra mujer consulta con un siquiatra sobre el problema de su hija.

Ya lo saben, aquí es donde está todo esto.

Bueno, y con esto los dejo por hoy, que ya para mañana, el cuerpo lo que me pide es calle, calle, calle… ¡eso es lo mío! Cuídense mucho y pórtense bien. Bye!

¡Por los próximos 100!

LDB