Saludos, mi gente. ¡Esto es lo que está ocurriendo!
He aquí una escena que podría ocurrir en cualquier gran ciudad de América Latina o del mundo. Digamos que las fuerzas del orden público hacen una incursión policial en un sector de la ciudad donde viven personas de escasos recursos, en un montaje que no dista mucho del de una reservación indígena. Llámese al lugar un residencial público, caserío, barriada, arrabal, favela… ¡no importa cómo se le llame! De momento, se detecta en una pared del caserío un enorme mural con la imagen de lo que aparenta ser una gran figura en ese lugar, en actitud desafiante con una o varias armas en las manos, mirando indolente a su entorno en apariencia de ser el gran líder, el salvador, el gran benefactor de los desposeídos… no sin una ayudita de uno o dos individuos armados vistos en silueta.
Pues bien, algo similar fue lo que trascendió la semana pasada, luego de que la policía de Puerto Rico hiciera una serie de intervenciones en varios residenciales públicos (lo que en New York se conoce como los projects, o proyectos de vivienda pública) de la zona metropolitana de San Juan, en busca de un conocido narcotraficante que anda suelto mientras escribo esto. Durante una de esas intervenciones, la policía encontró un mural en el que se glorificaba a un narcotraficante fallecido en 2003 tras un tiroteo, posiblemente un enfrentamiento con la propia policía, o tal vez el producto de alguna «cañona» que su propia gente le habría «tirado» (o como quien dice, una trastada que alguno de los suyos le habría hecho). El mural reflejaba un desafío a las propias autoridades, al implicar que los propios secuaces del narcotraficante tomarían venganza contra éstas a su debido tiempo.
Por otra parte, también se dio a conocer la existencia de otro mural, en otro residencial público metropolitano, en el que se glorificaba la imagen del narcotraficante que tras su muerte ha sido vinculado con varios legisladores del distrito en el que residía (al que como dije en un mensaje anterior, una columnista local se refirió como el Forrest Gump boricua). En este caso, vemos como la efigie del individuo está rodeada de uno de los edificios del residencial donde (según se dice) «hacía sus negocios», rodeado de algunos signos del «progreso» que el resto de nosotros les hemos permitido (como las antenas parabólicas de DirecTV o de Dish Network) y con uno o dos francotiradores apostados en la azotea, velando por los intereses del dueño del «punto» de drogas…
Al ver cosas como esa, las preguntas que yo me hago son: ¿Cómo es que hemos llegado a esto? ¿Cómo es posible que haya quienes tratan de descargar su ira y frustración con un sistema social injusto, que los trata, no como la gente capaz de poner su vida en orden y aportar al bien común (y le guste a quien le guste, ésa es la realidad), sino como mucho menos que eso, mediante la idolización de personas que cometen acciones que van en contra de ese mismo bien común? ¿Será que no existen en nuestra sociedad modelos de conducta social más adecuados y asequibles? Claro, mientras los que dicen ser nuestros líderes políticos y religiosos se sigan comportando de la manera indecorosa que los ha caracterizado de un tiempo a esta parte…
¿Será que no hay voluntad entre quienes tienen (como lo cantaba Alberto Cortez) «la sartén por el mango… ¡y el mango también!», para atender las necesidades de ese sector de nuestra población? Sí, porque cuidado que los representados en esas imágenes, parece que tenían un «guille» de Pablo Escobar, de quien se dice que ayudó al bienestar social de los pobres en la comarca colombiana de la que él era el dueño-y-señor, el rey (así, con minúsculas), aunque fuera con el dinero sucio, producto del dolor y sufrimiento que causa la droga…
Total, cuando la gente de los caseríos y las áreas de pobreza económica y social cuenta para los seudolíderes del país, es únicamente cuando llega la campaña para las elecciones generales… ¿pero qué ocurre después? ¿Le dejarán el canto al narcotraficante, al dueño del «punto»? Y entonces, ¿será hasta el próximo ciclo de campaña electoral?
Sumamente lamentable. Pero bueno, cambiemos de tema…
ESTA SEMANA (18—24 DE SEPTIEMBRE DE 2006): En la vida siempre hay (por lo menos) dos posibilidades… Conozca un método novedoso y brillante para escoger sus futuros empleados… Lea las «gemas» intelectuales de una ministra de cultura, que no tiene NADA que envidiarle a los políticos puertorriqueños… Los más increíbles relatos en los informes de accidente vehicular… El creador de los chistes de You Might Be A Redneck! nos enseña cómo es la gente en Illinois… El dueño de un patito trata de ayudarlo con su inhabilidad para comer… Y… Un viejito canoso y setentón se pone muy orondo luego de que su esposa (¡¡¡de apenas 22 añitos!!!) da a luz gemelos.
Visite Humor, según Luis Daniel Beltrán.
¡Y vamos a dejarlo ahí! Cuídense mucho y pórtense bien. Bye!
LDB