2 comentarios sobre “El “entertainer”

  1. Algunas cosas que se me quedaron en el tintero:

    1. Ciertamente, muchas de las «soluciones» que diz que propone míster Trump son absurdas e irreales. Particularmente las de construir una muralla entre Estados Unidos y México—y que sea el gobierno mexicano el que la costee—y deportar a los 11 millones de indocumentados del «south-of-the-border» infiltrados en los EE.UU. Digo, si dentro de su estrecha visión están los que no deben reclamar ser héroes porque se dejaron atrapar (como dijo en referencia al senador Republicano por Arizona, John McCain). «Soluciones» como ésas demuestran la cara fea de la intolerancia, y de la prepotencia de algunos individuos cuando ven que el orden que conocen está siendo «subvertido» por «esos otros» que vienen a «robarles» empleos y a convertir la nación en una entidad culturalmente irreconocible. Además, es un poco difícil que medidas como ésas funcionen, en tanto siempre habrá maneras de evadir los supuestos controles de seguridad. Y como lo demostró gran cantidad de alemanes orientales que buscaron cruzar el muro que los separaba de Occidente en Berlín, siempre habrá la manera de lograr la tan anhelada libertad—aunque en el proceso salgamos ensangrentados, ya sea porque nos herimos con el alambre de púas, o porque nos mataron. Pero de que el odio y el veneno es evidente, y de que ese odio y ese veneno están exacerbados por la retórica arrogante y prepotente en contra de los inmigrantes (una retórica de la que el propio Partido Republicano por el cual se postula este individuo está tratando de distanciarse—me imagino que es porque los está «tirando al medio» y no quieren salir culpables por asociación), no me queda la menor duda.

    2. Otra cosa que ha puesto de manifiesto este fenómeno es la facilidad con la que cualquier pendej@ se tira al ruedo político. Yo me imagino que es porque no lo ven como una obligación a tomar en serio, como un compromiso moral que se contrae con la sociedad en la que se vive. A menos que en el caso de ese «asshole» llamado Kanye West (candidato autodeclarado desde ya para las elecciones generales del 3 de noviembre de 2020), se trate de la alta sociedad representada por su esposa, la socialité/»media who (vía IMDb: )re» Kim Kardashian. Pero el caso es que ese afán de lucimiento es lo que lleva a muchas de estas personalidades a convertir asuntos serios como los de naturaleza pública en un circo, en un espectáculo para cautivar a las masas, para divertirlas, para desviar la mirada de la realidad de la propia nación y del mundo. No en balde elecciones de alcance más localizado como las de California, en las que desde payasos hasta actrices porno se postulan para cargos públicos, son todo un show. Cada quién quiere lucirse ante un público embobado, quiere aprovecha su cuarto de hora de fama y sacarle tanto jugo como se pueda. Cada quién quiere ser una estrella… en un escenario que merece un poco más de respeto.

    3. Cierro aprovechando para preguntarme si la escena final de la película «The Candidate» (1972, dir. Michael Ritchie) (vía IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0068334/; sinopsis vía Wikipedia, en inglés: https://en.wikipedia.org/wiki/The_Candidate_(1972_film)) se materializaría en caso de que míster Trump ganara las elecciones del 8 de noviembre de 2016. Pero no creo que él sería el único en preguntarse: «Y ahora, ¿qué hacemos?»

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