Chiquillos en Pijamas? Me Salve Yo Ahora…

Alaska Governor Sarah Palin on June 2, 2007.
Image via Wikipedia

¡Saludos, mi gente!

¡Ahora sí que estoy alarmado!  Justo cuando estaba por irme a dormir en la madrugada de hoy (domingo 16), pasé a ver lo más reciente en el blog de Ivonne Acosta (Sin Mordazas), y lo que encontré me sorprendió mucho.  Según lo reporta la distinguida colega, la ex-candidata a la vicepresidencia estadounidense por los republicanos, Sarah Louise Heath Palin (ustedes saben… la perra pitbull con lápiz labial—¡y así se queda!), concedió el lunes pasado una entrevista al medio noticioso Fox News (el que alega que presenta noticias «justas y equilibradas» [fair and balanced]… si eso es así, ¡yo soy candidato al Premio Nobel de Biología de 2009!),* en la que echó culpas sobre su derrota, entre otros… ¡a los blogueros!  (¡Adió’ cará’!)  Según la preclara, prístina y efervescente gobernadora de Alaska, uno de los factores que le impidieron salir electa en la papeleta republicana del 4 de noviembre de 2008 fue que los blogueros, a los que describió como «chiquillos en pijamas sentados en el sótano de la casa de sus papás», se pusieron a escribir cosas malas e inexactas sobre ella…

¡Ay, qué dolor… dolor… dolorrrrrrrrrr!  ¡Ténganle pena a la pobre Sarita!

* (By the way, no existe tal cosa como un Premio Nobel en Biología, para que lo sepan.  Lo más cercano a eso son los Premios Crafoord, de la misma Academia Sueca, y sobre los cuales les dejo esta reseña en Wikipedia.)

La verdad es que en mi libro eso se llama «sangrar por la herida».  Y más cuando eso viene de una persona sobre la cual se han dicho muchas cosas, cosas que ella no ha podido (¿no ha querido?) refutar, aun cuando ella pueda tener argumentos válidos que sustenten su posición.  Irónicamente, la ideología de la señora Palin aboga mucho por que los seres humanos asumamos la responsabilidad personal por nuestros actos, si queremos salir del hoyo en el que nos metemos (una de las pocas ideas que comparto con esa ideología, pero sólo hasta cierto punto).  Y lo primero que se nota es que esta señora, no está únicamente viviendo en el estado de Alaska… ¡más parece que está viviendo en un estado de negación (que en inglés se escribiría como Denial… aunque ella quiera leerlo como Denali)!

De mi parte, yo no creo que la generalización que hace la señora Palin sobre (¿en contra de?) los blogueros sea justa, aunque tampoco debería preocuparme.  Después de todo, yo hace raaaaaaaaaato que dejé de ser un chiquillo—y puedo decir con orgullo que dentro de tres semanas cumpliré mi medio siglo de vida, ¿OK?—.  Y sí, vivo en la casa de mi padre, pero tengo mis razones para ello (digo, a estas alturas de mi vida, ¿tendré el chance de mudarme a San Juan con lo cara que está la vivienda, y sin la expectativa de formar mi propia familia?).  Pero ello no significa que yo tenga que estar respondiendo por cosas que yo no tengo por qué aclarar.  De nuevo, cada quién responderá por lo que hizo o no hizo o dejó de hacer.  Y esta señora no es la excepción.

Tal vez la señora Palin debería quitarse las gríngolas de integrista (tengo entendido que «integrista» es sinónimo de «fundamentalista»; por favor, me corrigen si me equivoco) y darse cuenta de lo malo que esa generalización.  Es más…

Todas las generalizaciones son malas (especialmente, ésta que acabo de escribir).

(¡Ejem!  Lo único que voy a admitir es que la gran mayoría de las casi 300 entradas que llevo escribiendo desde 2003 en mi blog las he escrito en mis pijamas… pero creo que eso es mucho más de lo que ustedes quieren saber sobre mí, ¿OK?  Digo, tengo que cuidar mi modestia… 😉 )

¡Y vamos a dejarlo ahí!  Cuídense mucho y pórtense bien.

LDB

Los Vientos del Cambio

English: Official U.S. congressional portrait ...
English: Official U.S. congressional portrait of Luis Fortuño (R- Puerto Rico) (Photo credit: Wikipedia)

¡Hola, mi gente!  ¡Saludos a todos y todas, dondequiera que estén!

Francamente, sucedió lo que tenía que ocurrir.  Se acaban de producir cambios trascendentales en las administraciones de los Estados Unidos de América y de Puerto Rico, luego de las respectivas elecciones generales celebradas el martes pasado.  En Puerto Rico, el electorado le cerró el paso a una administración cuya cabeza visible (el gobernador, Hon. Aníbal Acevedo Vilá) se ha visto como incapaz de resolver los graves problemas del país, al tiempo que ha estado sumido en la crisis provocada por las acusaciones que el gobierno federal tiene en su contra.  Por su parte, en los Estados Unidos, el electorado le cerró el paso a una posible continuación de las mismas políticas que lo han sumido en una crisis política y económica sin par, y le han dado su apoyo a lo que ve como su mayor esperanza para un cambio (en la figura del—a la fecha en que escribo—presidente electo Barack Obama).

¿Qué se puede esperar en estos momentos de la victoria de Luis G. Fortuño en la contienda gubernativa del pasado martes?  Por lo menos en lo que a mí se refiere, comenzaría una espera—que puede ser larga o breve—para ver quiénes serán los nuevos jefes de las agencias gubernamentales (como el del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales en mi caso), y qué cambios traerán éstos consigo en la forma de hacer las políticas públicas por medio de las cuales se atenderán los asuntos del país (entre otras cosas).  Por supuesto, no es exactamente lo mismo para quienes el martes pasado recibieron el mandato de deliberar las reglas que rigen nuestra vida como pueblo (y por supuesto, me refiero a los integrantes de la asamblea legislativa que comienza alrededor del lunes 12 de enero de 2009).  Ya muchos de ellos han procurado colocarse en las posiciones donde pueden ejercer (¿o tal vez abusar de?) su poder, y desde que tengo uso de razón, he creído que eso no lleva a nada bueno.

Pero ésa es sólo mi opinión…

Valga decir aquí que si algo bueno ha tenido el resultado electoral del martes pasado, es que está por terminar la «pesadilla» que resultó ser el «gobierno compartido» durante este presente periodo de gobierno.  Y aclaro que ello no quiere decir que yo esté menospreciando esa idea.  De hecho, a pesar de los pesares, yo sigo creyendo en el gobierno compartido.  Sigue siendo mi esperanza que en Puerto Rico, algún día se pueda lograr un acuerdo entre facciones dispares, a fin de trabajar unidos por el bien común.  Y ha habido ocasiones en la historia reciente de Puerto Rico en las que ese ejercicio ha funcionado excelentemente (pero lamentablemente, el cuatrienio que está por culminar dentro de 8 semanas, no fue una de esas ocasiones).  Por supuesto, ello requiere que las partes involucradas dejen de lado sus intereses particulares y sus ambiciones de poder, y que las personas llamadas a ese ejercicio conjunto del poder tengan la capacidad, la mesura, el temple, la madurez y la entereza de carácter para lograr esa ingente tarea…

Lamentablemente, ésa fue una de las cosas que yo nunca llegué a ver en este cuatrienio que está por terminar.  Pero bueno, ésa también es sólo una opinión…

Por supuesto, algo no tan bueno del resultado electoral del martes pasado fue que los dos partidos con menores posibilidades de ganar, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Partido Puertorriqueños Por Puerto Rico (PPR), no lograron quedar inscritos como partidos.  Y lo peor de todo fue que aunque ambos llegaron con menos de un 2.5% de los sufragios emitidos (hasta donde yo tengo entendido al momento en el que escribo)… el PPR superó por apenas unas décimas de punto porcentual al PIP (cuyos candidatos únicos al senado y a la cámara de representantes—que en otros tiempos sacaban hasta más votos que los de los partidos principales—ni siquiera salieron electos esta vez).  Definitivamente, esto debería poner a pensar al liderato del PIP hacia dónde se dirige, o hacia dónde se quiere dirigir, y por qué el PIP—el mismo que en las elecciones generales de 1952 quedó como la segunda fuerza política más importante de Puerto Rico—se está haciendo cada vez más irrelevante como partido político (y tal vez peor aún, muchísimo más irrelevante como movimiento dirigido a procurar la independencia de Puerto Rico por medios no violentos), frente a otros movimientos de la izquierda boricua.

Y aquí quiero que me disculpen quienes me leen en Puerto Rico y militan en PIP, pero ésta no es sólo una opinión… ¡es la realidad, gústele a quien le guste!

Pero bueno, ya veremos si el PIP repite el «milagro de diciembre», cuando ya para el último día de 2004, había conseguido volverse a inscribir como partido, luego de haber quedado fuera de carrera…

OK now, let me switch languages and ask the same question as above.  What should we expect from the election of Barack Obama as U.S. President last Tuesday?  I don’t know, maybe he’ll address the economic crisis that has affected seriously the economic development of the states, and that of Puerto Rico.  Maybe he’ll try to find a way to end the current U.S. intervention in Iraq, without ignoring at all (what I think is) the purpose for going to that war in the first place: to find those responsible for the cruel, criminal events of 9/11 and to bring them to justice, which would bring closure to thousand of American families, including hundreds of Puerto Rican families.  Maybe he could help unravel the dilemma that we Puerto Ricans have been facing for the last 110 years, of not being able to decide our own fate, whether as a part of the «greatest nation in the world» (incidentally, something the U.S. Supreme Court once said we were not, as in «belonging to, but not being part of the U.S.»), as an independent nation capable of interacting freely with the rest of the community of nations, or as something between both extremes (but only a bit different from the statu quo)…

I don’t know.  I think I’d go on and on and on thinking on what to expect from President Obama, once he takes office on January 20, 2009.  Of course, it’ll not be easy (as if he had it easy during his campaign), especially since there are a few hard feelings in the other end of the table.  Hard feelings mostly coming from those who may see in the new president a threat, or as someone said sometime ago (referring to the Democrats), as «the enemy of ordinary Americans».  (Of course, I’m still wondering what the person who made that remark meant with «ordinary Americans», as if one segment of the American population was more American that everyone else; take, for example, the controversy between the «Americanness» [does that word exist?] of Alaskans vs. that of Hawaiians, as discussed in this article from Slate magazine.)  Even my Sunday newspaper carried a report showing some (otherwise) good citizens stocking up on guns and ammunition, in advance of some kind of legal restriction to citizen gun possession.  Which incidentally, makes me wonder about the technique that should be used when hunting deer or pigeons with an assault rifle…

(Note to myself: Check with my coworkers on the game hunting beat about hunting pigeons and doves with an assault rifle.)

Yes, it will not be easy!  But then again, that’s just my opinion…

So let’s leave it right there, OK?  Take care and behave.

Y para el resto de nosotros…

¡Vamos a dejarlo ahí!  Cuídense mucho y pórtense bien.

LDB

Cosas Que a Mi No Me Gustaria Volver a Ver

¡Saludos a ustedes, mi gente, dondequiera que estén!

Escribo esto según se va acercando el momento de efectuar las elecciones generales del año 2008, que se celebran conforme lo establece la Ley Electoral de Puerto Rico (Ley número 4 del día 20 de diciembre de 1977, según enmendada), la cual dispone que los mismos se celebren el primer martes posterior al primer lunes de noviembre de cada año electoral (que este año es el día 4 de noviembre de 2008 ), que a su vez se declara como día feriado legal en Puerto Rico, en el que impera la «Ley Seca» y se suspenden las actividades hípicas y de otra índole, etc., etc.

(Y que conste, que ese mismo primer martes posterior al primer lunes de noviembre del año electoral se celebran simultáneamente las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América, pero eso es pura coincidencia… ¿o me equivoco?)

Tal vez suene un poco idealista, pero a mi juicio, estos comicios deberían servir para llevar a los espacios del poder a las personas más capacitadas, con el temple y la entereza de carácter para buscar las soluciones que permitan aliviar los graves problemas de la sociedad puertorriqueña y encaminarla hacia su futuro…  Lamentablemente, si la confrontamos con la realidad, la oración anterior se ve demasiado bonita «sobre el papel»…

De todos modos, de la misma manera en que en la entrada anterior mencioné algunas cosas que me hubiera gustado ver en los programas de los cuatro partidos políticos que comparecen en esta ocasión (PPD, PNP, PIP y PPR), hay algunas cosas que desearía que no fueran a suceder para el ciclo que comienza este martes 4 de noviembre de 2008 y que terminará el martes 6 de noviembre de 2012 (¡con la ayuda de Dios—o del Ente Supremo según cada quién lo entienda!).

Por ejemplo, no desearía ver «malos perdedores».  Con esa frase me refiero a esos que habiendo acariciado el poder en otros tiempos, creen tener un derecho «divino» a ese poder y hacen cualquier cosa por alcanzarlo, aunque ello signifique destruir (directamente o a través de subordinados) a quienes se constituyan en obstáculos hacia ese fin…

Tampoco desearía ver el tribalismo que estoy viendo hoy en día en los cuerpos legislativos, en el que se está siempre en una guerra constante con el bando contrario, como si esos otros fueran el enemigo; como si las leyes no valieran el papel en el que están escritas, sólo porque fueron implantadas por «esos otros».  Pero peor aún es que ese tribalismo, en ocasiones, no permite medir las consecuencias de las acciones (malas o buenas) que se llevan a cabo.  Y un triste ejemplo de eso, que no me cansaré de tener en mente mientras yo viva, es el cierre gubernamental que durante los primeros días de mayo de 2006 nos afectó a unos 95 000 empleados del gobierno de Puerto Rico, incluido quien escribe esto.

¿Y qué hay de la conducta pública de quienes ponen su mano sobre una Biblia, para jurar que protegerán y defenderán los intereses del pueblo que los eligió?  (A veces parece como si ellos/as hicieran ese juramento sobre la sección comercial del directorio telefónico de San Juan…)  A mi entender, deben estar en el poder las personas de gran solvencia moral y capacidad de discernimiento, que puedan discernir entre el bien que pueden hacerle a los ciudadanos que los eligieron y el mal que se hace cuando no se observa una conducta digna.  Lamentablemente, a juzgar por las barbaridades observadas durante los pasados 48 meses, no hay mucho con qué estar optimistas.

¿HE MENCIONADO NOMBRES YOOOOOOOOOO?

En fin, hay muchas cosas que no desearía que sucedieran durante el ciclo que está por comenzar una vez los puertorriqueños hayamos depositados nuestros votos el martes 4.  Aunque no sé, tal vez aún tengo la esperanza de que a partir de mañana no se vuelvan a cometer los errores del pasado, y que sean más los puntos positivos que guíen nuestros pasos hacia el porvenir…  Mientras tanto, como dicen en mi casa, «uno(a) ara con los bueyes que tiene».

(Por cierto, el énfasis en «bueyes» es completamente intencional…)

¡Buena suerte! Y recuerda que... 'Si no sabes hacia dónde vas... ¡por cualquier camino llegarás!'
¡Buena suerte! Y recuerda que... Si no sabes hacia dónde vas... ¡por cualquier camino llegarás!

¡Así que vamos a dejarlo ahí!  Cuídense mucho y pórtense bien.  Y como me dijo una vez una de mis amistades más estimadas,

¡Que sea, no lo que Dios quiera, sino lo que la gente quiera!

LDB