Matando al mensajero

WIPR - Puerto Rico TV
WIPR – Puerto Rico TV (Photo credit: Wikipedia)

Sumamente penoso, mi gente.

Mientras pensaba en lo que escribiría en la entrada anterior sobre el triunfo de la hoy Jueza Asociada del Tribunal Supremo estadounidense, Sonia Sotomayor, me enteré a través del blog de Isabel Caballer, Hoy me desperté de arena, de la situación resultante de que el pasado viernes 7, la gerencia de la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública (CPRDP) entregara cartas de despido a más de medio centenar de sus empleados (aproximadamente 30 de los cuales son obreros unionados).  Entre los departamentos más afectados por los despidos (si no el más gravemente afectado, ya que perdió a casi todo su personal) está el de Noticias, a juzgar por la reacción expresada en el aire esa misma tarde por la periodista-ancla Gloria Soltero (que aunque la estoy transcribiendo del blog de Isabel, vale la pena reproducir aquí, en su totalidad).

Por 15 años nuestro noticiario ha cumplido con la misión de mantener a nuestro público informado.  Ese ha sido nuestro norte siempre.  Hoy queremos que el pueblo de Puerto Rico se entere de que en plena semana de la prensa, hace sólo una hora, se nos ha informado que no volveremos a trabajar para ustedes.  Así como usted lo escucha.  Hasta hoy llegó TUTV Noticias.

A aquellos que dieron lo mejor de sí para nuestro taller informativo, para que eso acabara, los felicitamos, lo lograron.  Entre ellos está nuestro presidente Israel ‘Ray’ Cruz, que siguió al pie de la letra lo dictado por nuestro gobernador Luis Fortuño, quien le deja saber al pueblo de esta forma que no le importa lo que acontezca con la cultura de nuestro país, y mucho menos con lo que pase en nuestro país con sus empleados públicos.

Señoras y señores: a ustedes que siempre nos dieron apoyo, gracias.  A Dios gracias y a todo aquel que atentó contra la seguridad de cada hogar puertorriqueño, allá ustedes con la vida y con el Creador.  Nuestra corporación está de luto; ciertamente es difícil para nosotros.  Somos muchos los que nos hemos quedado desempleados.  Pero todo tiene una razón y un porqué y a nuestro pueblo, yo, Gloria Soltero, que he dado la cara por todos los compañeros periodistas de este noticiario como ellos también la han dado por nosotros les pido que no dejen esto en el olvido.

Acuérdense, pueblo de Puerto Rico y a usted, señor gobernador, que como diría nuestro querido y respetado Aníbal González Irizarry, “un pueblo sin prensa es un pueblo esclavo”.  Sr. Fortuño: si su deseo es un pueblo esclavo, usted lo ha logrado.  Sabemos que la administración de turno es sólo una herramienta más para lograr lo que usted ha pedido.  Son muchos los padres y madres de familia que han quedado desprotegidos.  Aún así hoy, como es nuestro compromiso con el pueblo de Puerto Rico y como dicen en el mundo del espectáculo: “the show must go on”.

Así que al pueblo le pedimos que no nos abandonen y que dejen saber su malestar con la desaparición de nuestro noticiario y con el despido a diestra y siniestra de los que les llevan la información y entretenimiento a sus hogares.  Estamos indignados.  De las emisoras que siempre le han servido a este país y que hoy están a punto de desaparecer.  Lo que oye es sólo una muestra de lo que nos espera.  Y a nuestro pueblo, recuerden que un pueblo sin prensa, nuevamente, sin libre expresión es un pueblo esclavo.

A nuestra administración, que corte nuestro noticiario cuando así lo requiera, como quiera sabrá el pueblo que o fueron ustedes sino de más arriba.  Y para buen entendedor y televidente, pocas palabras bastan.  Esto es una democracia y tenemos libertad de expresión y estamos haciendo uso de esta libertad de expresión.  Ahora como de costumbre, pasemos a las informaciones para el día de hoy».

Una reacción que denota la indignación por el cierre de un medio informativo que—aunque en alguna ocasión estuvo maniatado por los caprichos del partido político de turno en el poder—servía al país, sobre todo en los tiempos de incertidumbre que se viven desde comienzos del año en curso.  Una reacción que denuncia una aparente motivación de dejar al público sin una herramienta informativa que le permita observar los eventos, ver los distintos ángulos, y así tener mejores elementos de juicio para llegar a sus propias conclusiones.  Una reacción que pone el dedo sobre la llaga, al relacionar lo sucedido con las actuaciones y propósitos de la actual administración gubernamental.

De entrada, se ha tratado de justificar los despidos con la apremiante situación creada por la “emergencia fiscal” en la que estamos enredados actualmente, particularmente , en lo relacionado con el quehacer cultural puertorriqueño y la difusión del mismo.  En el portal del presupuesto del gobierno de Puerto Rico se observa que el presupuesto consolidado de la CPRDP para el año fiscal 2009–2010 asciende a US$19281000; esta cifra representa una disminución de poco más del 21% en relación con el presupuesto para el año fiscal anterior.  Un corte presupuestario que ciertamente afecta la producción de programas, así como la capacidad técnica de las emisoras (justo en el momento en que la entidad está “picando alante” luego de la transición a la TV digital de junio pasado, con el uso de los cuatro subcanales digitales asignados a cada una de sus televisoras en San Juan y Mayagüez).  Pero lo peor no es tanto esto, sino el costo humano de una acción como ésta, en lo que atañe a la gente que se queda de ahora en adelante sin su sustento, tal vez afrontando la mar de deudas, mientras tratan de ayudar a sus familias a salir a flote.

Y me pregunto (no sólo en este caso, sino en los de los cerca de 10 mil empleados públicos despedidos hasta el momento… ¡más los que están por despedir pronto!), si los autores de las medidas que conforman la “medicina amarga” que se le está administrando al país, ¿toman eso en cuenta?  ¿Tendrán esas personas la cara de llegar a sus hogares al final de cada día, donde les espera una familia “feliz” (y ustedes entenderán el por qué de las comillas) que tenga todas sus necesidades satisfechas, mientras que aquellas otras familias que se ven afectadas por sus recomendaciones experimentarán la angustia de no saber de dónde sacarán el dinero para sobrevivir un día más?  ¿Podrán dormir bien cada noche esos tecnócratas, con una conciencia limpia y tranquila, satisfechos consigo mismos y con las decisiones tomadas?

¿Qué tal si a todo ello esos tecnócratas responden, “pregúntame si eso a mí me importa”?

Pero así es que están las cosas en estos momentos difíciles.  Y lo menos que yo—alguien que definitivamente no estudió para periodista, ni le interesa serlo (thanks, but… no, thanks!), y que ha expresado ocasionalmente en este blog que no todos los que practican ese oficio son hermanitas de la caridad (y con ello me refiero a que algun@s periodistas se venden al mejor postor, pero afortunadamente son “l@s menos”)—puedo hacer desde aquí es expresar mi solidaridad con los despedidos de la CPRDP, y mi esperanza de que sigan adelante, con la frente en alto, en busca de la verdad, que al final del día, es lo que debe ser el norte de todo gobierno.  Algo que parece que se hace tiempo quedó en el olvido…

¡Y vamos a dejarlo ahí… por lo pronto!  Cuídense mucho y pórtense bien… pero tengan siempre los ojos bien abiertos.

LDB